Los aficionados que acudieron a esta cita en el popular centro comercial vallisoletano animaron para este último tercio de temporada a los gladiadores azules
"Dosis de adrenalina" para el UEMC Real Valladolid Baloncesto en su presentación con un Lourdes entregado
La plantilla al completo, junto con su entrenador, Paco García, posó en el patio del colegio con la presencia de centenares de alumnos
Al mal tiempo, buena cara. Así habrán afrontado Paco García y Pepe Catalina la presentación de 'su' UEMC Real Valladolid Baloncesto. Ambos son los principales culpables de hacer soñar en cada temporada a los simpatizantes blanquivioletas que, en esta ocasión, estarán acompañados de mayor presencia (1.800) en el polideportivo Pisuerga, algo que puede resultar insuficiente por la masa social de los principales rivales de la LEB Oro.
A pesar de que los resultados no están acompañando, el equipo sigue evolucionando de manera positiva para afrontar en las mejores condiciones el inicio de campaña. De hecho, queda menos de semana y media para que visite la casa del recién ascendido Tizona Burgos al que ya ha visto lo que es capaz de hacer. Esa derrota sirvió como referencia para tener en cuenta de que la competición ha dado un gran paso hacia adelante.
Y qué mejor momento para dejar atrás la mala racha que presentarse en el Colegio Lourdes ante centenares de alumnos y alumnas. El centro ha arropado al conjunto blanquivioleta con la presencia de la concejala de Deportes, Mayte Martínez; el presidente de la Diputación, Conrado Íscar; y el consejero delegado de la UEMC, Jesús Zarzuela Mateos. Todos ellos han sido ovacionados por los escolares, que también ha aclamado a la plantilla que se ha subido al escenario tras una breve intervención de José Miguel Ortega, cronista deportivo oficial de Valladolid.
Después del acto, los citados García y Catalina, el MVP de la pretemporada, Mike Torres, y una de las caras nuevas, Iñigo Royo se han pasado por los micrófonos de TRIBUNA donde han compartido su visión acerca de las derrotas cosechadas dando importancia a estas últimas y haciendo autocrítica, seña de identidad de este UEMC que ha ido creciendo desde la misma hasta llegar a enganchar de nuevo ese sentimiento baloncestístico que ha dado tantas alegrías en el pasado a la ciudad de Valladolid.