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Sara is in the kitchen, la influencer de 91 años con la que no ha podido el Párkinson
La nonagenaria vallisoletana triunfa en Instagram con sus atrevidos looks y su filosofía optimista
Hay una tendencia generalizada a pensar que, según vamos cumpliendo años, vamos perdiendo facultades y por ello debemos dejar de hacer todo aquello que nos apasionaba o nos daba vida tiempo atrás. Sin embargo, hay quienes se niegan a aceptar que el paso del tiempo sea un impedimento para seguir luchando por su felicidad.
¿Están reñidas las redes sociales con la edad? ¿Puede una persona de más de 60 años ser influencer?
Sara Blanco, conocida en internet como 'Sara is in the kitchen', llegó a internet para romper con todos los estándares que rodean al mundo de las redes sociales, con un estilo muy personal.
Vallisoletana de nacimiento y marbellí de adopción, la longeva creadora de contenido manda un mensaje muy importante a través de su perfil en redes: "Se puede vivir y ser feliz siendo mayor y afrontando una enfermedad como el Parkinson".
La nonagenaria posa en sus fotografías con looks divertidos, mezclando colores, estampados atrevidos y peinados muy peculiares que hacen que no pase desapercibida y que su estilo se haya convertido en todo un éxito viral en las últimas semanas.
Nació en Cogeres de Íscar (Valladolid) pero la vida le ha hecho viajar mucho y evolucionar como persona y madre. Estuvo viviendo en Los Angeles y ahora reside en Andalucía.
Se popularizó durante la cuarentena en 2020 cuando empezó a compartir, en su perfil, recetas de cocina y consejos sobre estilo y belleza, pero se convirtió en un icono cuando habló sin tapujos sobre la patología con la que vive desde hace años, el Párkinson.
Considera que el secreto de su éxito en internet es su inusual aspecto físico: "No hay una edad para hacer algo en concreto. He tenido el pelo de todos los colores y nunca he dejado de usar tacones".
Acompañada y aconsejada por sus hijas, arriesga y gana con sus outfits imposibles que mezclan estampados y colores sin miedo al ridículo: "Los colores te dan vida, y te suben el ánimo".
Comenzó en el mundo de las redes sociales en plena pandemia, en 2020, por el consejo de una amiga que le invitó a crearse una cuenta en Instagram donde compartía sus recetas de comida castellano y leonesa para cientos de estadounidenses que vieron en ella mucho potencial: "Estábamos aburridas en casa mis hijas y yo porque no se podía salir de casa, y decidimos divertirnos haciendo directos".
"Los americanos me preguntaban por las recetas de platos tan típicos como las sopas de ajo o la paella, que era comida que yo hacía a diario para mí y para mis hijas", apunta.
Sara divierte diariamente a más de 330.000 personas que siguen con interés sus estilismos únicos y sus consejos para afrontar la vida lo mejor posible: "Ha ido creciendo de forma exponencial. Estoy muy ilusionada, quiero mucho a mis followers".
La nonagenaria afronta esta faceta internáutica mientras hace frente a la enfermedad degenerativa que padece con "toda la positividad y la energía" que puede: "Me gusta pensar que soy un referente. Tengo muchas dificultades para moverme y por eso quiero ser una persona que visibilice mi enfermedad".
'Sara is in the kitchen' quiere demostrar que "si te propones algo, puedes conseguirlo, independientemente de tu edad o de si estás pasando una delicada situación de salud" y quiere llamar la atención sobre su enfermedad con su apariencia.
El próximo mes de septiembre de este 2023, la instagramer recibirá un reconocimiento como una de las mujeres más influyentes del año del Ranking Top100 Líderes Innovadores que reconoce, anualmente, en diez categorías a cien personalidades que en su trayectoria profesional, personal y empresarial contribuyan de manera decidida a la innovación como elemento transversal y definidor de su actividad.
"Me gusta que la gente me copie y se entusiasme con mi vestimenta y mi apariencia. No me bloquea ni la enfermedad, ni la edad que tengo", explica y anima a todos los mayores a que "sean capaces de perseguir sus metas".
Lejos de esconder su temblor, le muestra al mundo sus ganas de vivir y lanza un importante mensaje para las personas de su edad: "Sal a la calle y disfruta de todo. Yo cojo mi andador y salgo sola. Me voy a tomar un café, a dar un paseo, hago la compra... Igual pueden hacer ellos. Tanto si tienen una enfermedad, como si no la tienen".