Existe una creencia muy generalizada de que la moda es frivolidad y algo demasiado superficial, de lo que solo debes preocuparte si no te tomas a ti mismo demasiado en serio. Sin embargo, es un grave error pensar así. La moda es comunicación, la moda es política.

Las claves de los estilismos de algunos de los políticos más importantes de España han marcado sus campañas y con una simple corbata han expresado lo que se planteaban demostrar. Acuérdense del jersey de cuello alto de Adolfo Suárez, las americanas de pana y con coderas de Felipe González o los fulares de José María Aznar.

Hasta hace unos meses, una juez desconocida para una mayoría de la ciudadanía vallisoletana. Ahora, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid y Teniente de Alcalde. Irene Carvajal ha irrumpido con fuerza en el panorama político municipal y no ha dejado indiferente a nadie.

La apuesta vallisoletana del partido de Santiago Abascal triunfó en las pasadas elecciones municipales del pasado 28 de mayo y la carrera de la política de VOX acaba de comenzar, defendiendo unos ideales regios y firmes y proyectando una imagen de sí misma muy concreta y determinada.

La de VOX suele vestir con un estilo discreto pero a la moda, que se acerca mucho a la elegancia de otras de sus compañeras políticas a nivel nacional. Es una firme defensora de los looks informales, con vaqueros y chaquetas militares, pero también de los vestidos coloridos y los zapatos de tacón.

En lo poco que lleva en el Ayuntamiento de Valladolid, hemos podido observar a la juez darle protagonismo a sus estilismos con complementos exclusivos que le dan el toque perfecto a sus conjuntos más desenfadados. Pendientes de colores de inspiración tribal, tacones de corte salón y collares llamativos.

Con su inconfundible melena rubia, la concejal representa una imagen de sí misma muy compatible con sus ideales y con el tipo de mujer que quiere representar en la sociedad política de nuestra ciudad.

Carvajal ha conquistado a una audiencia muy concreta, por su puesto con su programa electoral pero, también, con una representación a través de su estilo y su apariencia de mujer elegante, poderosa y tradicional.

En verano, sandalias y bolsos de paja. Además, collares y gargantillas de cuero, pendientes de aro y otro tipo de joyería y bisutería al más puro estilo boho chic que triunfa entre algunas influencers y modelos como Paula Echevarría o María Pombo. En invierno, jerséis de cuello de cisne, abrigos y gabardinas de colores neutros, botines y pantalones de campana, elegidos también por otras figuras políticas como Begoña Villacís o Kate Middleton.

Hay una conocida expresión que reza algo así como "toda estética exhibe una ética", y es cierto. Importa mucho cómo visten nuestros líderes. La ropa habla. A veces, se trata de un mensaje casi imperceptible para muchos, pero, para los que nos dedicamos al mundo de la comunicación y la moda, se convierte en una obviedad.

Ese concepto lo tiene muy claro Irene Carvajal que a través de sus outfits deja un mensaje a la ciudadanía vallisoletana: llega para quedarse.