Este sábado, 24 de junio, se celebra el Día Internacional del Socorrista, y Tribuna Valladolid entrevista a Emmanuel Malavé Gallego, socorrista en la piscina cubierta del Complejo Deportivo Canterac de Valladolid, para poner en valor su labor y lo necesaria que es la "prevención", incluso por encima del salvamento. 

Su pasión por el deporte le llevó a estudiar Eduación Física en la universidad, y a realizar un curso de formación para llegar a ser socorrista. Aunque no lo considera un trabajo duro, sí que afirma que existen "días complicados", sobre todo "cuando hay problemas con los usuarios" o cuando hay algún curso de natación, donde los socorristas deben estar "más pendientes de lo normal".

Más bien, Emmanuel lo considera un trabajo "ameno y llevadero", en el que, "afortunadamente", no ha tenido que lidiar con "nigún problema grave, ni ningún problema mayor", salvo en algún momento determinado en el que ha tenido que tirarse a por un niño a la piscina porque ha perdido el flotador en un curso de natación. Pero esto "son anécdotas que no pasan de eso". 

El problema viene cuando aumenta el número de usuarios en la piscina. "Vienen usuarios que habitualmente no suelen venir a lo largo del año, y arman un poco más de bulla, hay que estar más pendiente y es un poco más complicado".

Respecto a la labor del socorrista, Emmanuel la definiría como "bonita, aunque no se hace justicia a lo que es realmente el salvamento, ya que no solo son intervenciones, también es la prevención de los posibles accidentes, que al final es lo más importante. En las piscinas hay que estar pendiente, tener un poco de sentido común por si hay algún usuario que se altera y llevarlo lo mejor posible y con paciencia, ya que hay muchos momentos de aburrimiento y monotonía".

Emmanuel considera que el trabajo de socorrista es un trabajo "poco reconocido". "La gente se piensa que el socorrista está ahí puesto porque tiene que estar, pero la función del socorrista es muy importante y tenemos que estar pendientes de muchas cosas". 

Los socorristas hacen mediciones cada dos horas del PH del agua, del cloro y de la temperatura ambiente de la piscina. Pero, sobre todo, el socorrista es la persona que se encarga de velar por la seguridad de los demás. "Muchas veces no se le da la importancia necesaria", destaca el socorrista de Canterac.