El sistema móvil se puede modificar según la demanda y los intereses de los usuarios
Hace tan solo tres meses, Valladolid se vio revolucionado con el lanzamiento del nuevo servicio de alquiler de bicicletas. El sistema de bicicleta pública conocido como 'BIKI', rápidamente logró sustituir al anterior sistema conocido como 'Vallabici'. El Ayuntamiento de Valladolid y AUVASA se unieron para crear un servicio de alta calidad que ofreciera seguridad, comodidad, disponibilidad y, lo más importante, cercanía a sus usuarios. Parece que este objetivo se ha superado con creces. Sin embargo, ¿por qué no ocurre lo mismo en Madrid?
El fracaso de BiciMad se puede palpar. Las redes sociales y los periódicos están ardiendo. Cada vez son más las críticas hacia este sistema, inaugurado hace unos meses por Almeida. Los ciudadanos expresan la frustración y la indignación. Algunas publicaciones incluyen imágenes de bicicletas en situaciones insólitas, como una bicicleta colgada de una rama de un árbol, o bicicletas estacionadas con cinta precintada. Estos ejemplos son solo una muestra de las muchas situaciones que indican que el sistema no está funcionando como debería, y que la situación está empeorando cada vez más.
Las bicicletas públicas y eléctricas están transformando la forma en que las personas se desplazan por la ciudad. Con la ventaja de ser una opción económica y disponible en múltiples puntos de la ciudad, estas bicicletas ofrecen una alternativa de movilidad rápida y eficiente para aquellos que buscan llegar a su destino de forma más ágil.
"En una ciudad como Madrid, la bicicleta eléctrica se ha convertido en una solución ideal para recorrer distancias de hasta 8km sin esfuerzo y especialmente en zonas con pendientes". Además, ha destacado que "muchos pisos en la ciudad no disponen de suficiente espacio para guardar una bicicleta propia". Según Sara de Modelo Madrid (una forma de entender la movilidad y la planificación de las ciudades como espacios para las personas), "la expansión de este tipo de servicios ha generado un efecto contagio entre los ciudadanos que nunca habían considerado la bicicleta como una opción de transporte."
La expansión de los sistemas de bicicleta compartida en Madrid ha generado una serie de problemas para los usuarios. La precipitación por el periodo preelectoral ha llevado a la ampliación de dos sistemas, la convivencia de ambos, la sustitución de uno por otro y problemas básicos que dificultan el uso del servicio.
Según la representante de Modelo Madrid, "actualmente resulta sumamente complicado utilizar el servicio de BiciMad. No solo se hace difícil encontrar una bicicleta disponible, sino que además, cuando se logra, se presentan problemas al momento de desanclarla y la aplicación móvil no funciona correctamente, lo que genera incertidumbre respecto a si se finalizó el viaje de forma adecuada. También se reportan errores con el candado, lo que puede derivar en cobros indebidos. Para aquellos que dependen del servicio para acudir a sus trabajos diariamente, esta situación resulta muy inconveniente, sumado al hecho de que la atención al cliente se encuentra actualmente sobresaturada, lo que implica esperas de hasta 40 o 50 minutos".
Ambos servicios ofrecen opciones de suscripción y bonos para acceder a bicicletas, con precios y condiciones diferentes. En BIKI, los precios por trayecto varían según el tipo de bicicleta y la duración del uso, mientras que en BiciMAD (Madrid), se cobra una tarifa por fracción de 30 minutos y hay bonificaciones por uso excedente o en estaciones vacías. Ambos servicios permiten el uso de bicicletas eléctricas y tienen penalizaciones por uso prolongado.
El Ayuntamiento de Madrid ha aumentado el número de personal en BiciMad de 8 a 12 empleados. Sin embargo, algunos usuarios consideran que esto no es suficiente para atender adecuadamente a la gran cantidad de personas que utilizan el servicio. También se ha señalado que solo hay un taller disponible en la zona de Fuencarral, lo que puede ser insuficiente para cubrir las necesidades del servicio. A pesar de los esfuerzos realizados para abordar los problemas en el servicio, como la mejora de la aplicación móvil y la eliminación del sistema antiguo, siguen existiendo problemas persistentes. Algunos usuarios han reportado fallos en la aplicación móvil y dificultades para adaptarse al nuevo sistema. En vista de estas dificultades, algunos usuarios sugieren que se debería invertir en más herramientas y personal para mejorar el servicio. "Se espera que el Ayuntamiento tome en cuenta estas sugerencias para continuar mejorando el servicio de BiciMad en Madrid".
El Concejal Delegado General de Movilidad y Espacio Urbano de Valladolid, Luis Vélez, ha destacado el éxito del sistema de bicicleta pública BIKI en la ciudad. Según Vélez, "los dos primeros meses de este sistema han sido un rotundo éxito, con más de 6.000 abonados y más de 60.000 usos. Además, el funcionamiento del sistema está siendo muy positivo y la valoración de los usuarios es alta". El Ayuntamiento de Valladolid lleva años adoptando medidas para fomentar el uso de la bicicleta, mejorando la infraestructura ciclista y aprovechando los Fondos Next Generation para financiar estas iniciativas. "El sistema BIKI, sus estaciones y bicicletas se encuentran en buen uso. Con un funcionamiento correcto. Se ha dimensionado el servicio de mantenimiento correctamente, lo cual es muy importante. Y el balanceo, es decir, la reposición de bicicletas funciona correctamente. Los usuarios saben que si van a una estación de BIKI podrán coger aquella bici que necesiten, y cuando necesiten dejarla en una estación, saben que tendrán anclajes suficientes para hacerlo. Este es momento de consolidar el sistema, el cual está en continúa evaluación para poder ser mejorado", según ha afirmado el Concejal.
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