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"Pasé de trabajar de oficinista en Bulgaria a hacerlo como interna y en negro en Valladolid"
Miguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
Lectura estimada: 2 min.
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Yordanka Dilchova tiene 66 años y lleva casi 18 años residiendo en Valladolid. Este mes de agosto podría jubilarse, sin embargo no va a hacerlo porque no ha podido cotizar todo lo que le gustaría. "Me pertenecen solo entre 200 o 300 euros al mes de pensión. Necesito trabajar un poco más para tener un retiro mejor".

Siempre ha trabajado como empleada del hogar desde que vive en Valladolid pero en su país, Bulgaria, lo hacía como oficinista en una reconocida empresa de diseño gráfico. Yordanka asegura que "fue un cambio muy duro" pasar de un oficio a otro.

"Cuando eres interna tienes que aprender a callarte, a obedecer a todo lo que te dicen y a cumplir con tu cometido", expresa a Tribuna Valladolid. La crisis económica le llevó a perder su empleo y tras unos meses de incertidumbre laboral decidió trasladarse a España en busca de una vida mejor.

Confiesa que el idioma fue un problema a la hora de llevar a cabo su nuevo oficio: "Quería aprender rápido la lengua castellana para tener opción de mejorar y conseguir un puesto mejor. Pero siendo interna de una casa no necesitas saber muchas palabras. Con que limpies y sepas qué medicina debe tomar la persona mayor a la que cuidas, suele ser suficiente".

Llegó a Valladolid en 2005, y empezó a trabajar en el mes de septiembre, apenas unos días después de mudarse.  Pero trabajando "en negro", sin estar dada de alta en la Agencia Tributaria ni en la Seguridad Social.

"El trabajo de interna es muy duro. No puedes dormir cuando lo necesitas, no puedes salir cuando quieres. Es un poco como una cárcel pero es la única posibilidad laboral que tenemos algunas".

Empezó cobrando tan solo 260 euros al mes, que posteriormente ascendió hasta los 500. En su último empleo, como cuidadora de una anciana en la localidad vallisoletana de Santovenia de Pisuerga, recibía 1.000 euros.

Lamentablemente, la señora falleció el pasado mes de diciembre, y Yordanka se quedó sin trabajo: "No encuentro nada. Tengo un buen curriculum con experiencia limpiando, cocinando e incluso como peluquera y esteticién de las personas que he cuidado".

Cuenta para Tribuna Valladolid que la familia que la tenía contratada la ha ofrecido dinero como ayuda pero ella se niega a cogerlo: "No necesito limosna. Quiero trabajar y ganarme mi propio pan".

La mayoría de personas que conoce en una situación similar son mujeres ya que los hombres, como asegura, trabajan en otros sectores como en el campo o la construcción: "Yo he sido temperara cuando he podido. El campo es una buena oportunidad y he podido aprovecharla en ocasiones".

La búlgara narra su búsqueda "desesperada" de trabajo por la provincia de Valladolid tras descubrir algunas irregularidades en su vida laboral de cara a poder jubilarse próximamente.

Agradece a Cáritas Diocesa de Valladolid por su "ayuda continua" desde que llegó a España hasta hoy mismo: "Siempre he tenido orientación por su parte. Antes no conocía mis derechos y ahora sé un poco sobre las leyes de este país y me he dado cuenta que hay irregularidades en mi padrón".

4 Comentarios

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usuario anonimo 3/30/2023 - 4:58:53 PM
Pues para que viniste? Yo tambien emigre y me busque la vida
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usuario anonimo 3/30/2023 - 4:13:15 PM
Si no está a gusto aquí ya sabe lo que tiene que hacer.
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usuario anonimo 3/30/2023 - 11:57:50 AM
Para jan arista: Y si tu estas mejor callado, para que dices nada
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jan arista 3/30/2023 - 11:42:56 AM
Y digo yo si estaba tan bien en su pais para que se vino a España.
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