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D.E.P. Lady Mamarracha

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D.E.P. Lady Mamarracha
Miguel Ángel Fernández.
Miguel Ángel Fernández.
Lectura estimada: 2 min.

Llevo un par de días envuelto en una atmosfera de glamour y sofisticación, de casa al trabajo y del trabajo a casa. La resaca emocional que me ha dejado la alfombra de los Premios Oscar este año se está convirtiendo en crónica.

Cara Delevigne y Cate Blanchett le pusieron el toque de color que necesitaba mi vida en este gris mes de marzo que se me está haciendo eterno nada más empezar. Sin embargo, el 90% de mi atención está más enfocada en Lady Gaga que en el resto de asistentes a la noche del cine.

La cantante decidió, con gran acierto, que vestir como una mamarracha tuvo gracia durante un par de años y ha sabido darle a su imagen un giro de 180% grados que me parece más que favorecedor e inteligente.

La que se hiciese famosa por sus alocadas pelucas y por haber asistido a una entrega de premios envuelta en filetes, ahora se cuela casi siempre entre las mejores vestidas. No es pertinente que vista de todos los colores del arcoíris, pero sí que juegue con las texturas y le saque todo el partido que puede a los diseños de Donatella Versace.

Gaga ya no quiere llamar la atención a cualquier precio, pero tampoco pasar desapercibida. La neoyorquina rompe con todos los esquemas con sus atuendos pero de forma más sutil. Ya no vale todo. Ahora sabe lo que realmente es la moda, y lo que un público objetivo quiere de ella.

Ha pasado de ser la reina de la extravagancia a ser la de la clase y el buen gusto. Solo ha tenido que desprenderse de los molestos artificios que le rodeaban.

La gala de los Oscar ha sido además una nueva oportunidad para que la intérprete de ?Bad Romance? siga haciendo de las suyas y nos deje a todos con la boca abierta. Esta vez, sorprendido, actuando frente a miles de personas en una de las noches más elegantes del año, vestida con una camiseta y sin maquillaje alguno.

Me atrevería a decir que eso exactamente es lo que quiso hacer Sara Sálamo en los Goya pero a lo grande. La norteamericana deslumbró delante de los fotógrafos con un vestido negro de alta costura y remató, actuando de la forma más casual posible.

Llevándose toda la atención de los asistentes a su voz y su música pero sabiendo cómo se posa en una red carpet para robarse todas las miradas.

Está claro que Gaga no solo es cantante y actriz, es una estrella que sabe defender con actitud todo lo que hace y lo que lleva y que, sin lugar a dudas, ha sabido evolucionar y borrar, poco a poco, de nuestras cabezas esa imagen más joven y hortera de ella misma.

Mucha gente echará de menos a la antigua Lady Gaga pero ella sigue entre nosotros y nos lo muestra de esta nueva forma, con su música y sus sorpresa, menos llamativas pero más efectivas.

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