El Parlamento Europeo ha aprobado la medida que prohíbe la venta de coches de gasolina y diésel a partir de 2035. Desde las redes comerciales ya preveían que esta medida iba a salir adelante.

El delegado territorial de Faconauto en Castilla y León, José Luis López Valdivieso, destaca que el hecho de que en 2035 se prohíban todos los vehículos con motor a combustión, tanto diésel como gasolina, es una "buena opción" para eliminar la contaminación ocasionada por los automóviles, sin olvidar que es tan solo el 8% del total de la contaminación de las ciudades, pero considera que "hay que dar más alternativas" y, sobre todo, resolver el "súper problema" de la potencia de carga y los puntos de recarga de los eléctricos.

Coches eléctricos

El precio de adquisición de un vehículo eléctrico va a limitar mucho el acceso de clases medias y clases medias-bajas al automóvil. Según el Director de ventas de Reanult Vasa Arroyo, Jaime Alonso-Lasheras, desde los concesionarios ven esta medida con "escepticismo", ya que no están seguros de que se pueda llegar a fabricar un gran volumen de coches para vender que solo sean eléctricos y en tan poco tiempo.

Que sean eléctricos, además, supone un precio que "va a hacer imposible el acceso a la compra del automóvil a gran parte de la población. Cada vez menos gente va a poder comprar coches nuevos", adelanta Alonso-Lasheras. Además, en España no se fabrican coches eléctricos y el impacto que tendrá en la industria del automóvil será muy alto, según el jefe de ventas de Vasa Arroyo.

Doce años faltan para que llegue esta prohibición, un periodo que pasará muy deprisa para el sector del automóvil. "Lo que no es lógico es que en ese periodo, no se permitan otras opciones. Hay muchos más sistemas que sistemas híbridos o híbridos enchufables", asegura López Valdivieso.

Según el director del Grupo Autocyl, Ángel Concejo, todos los operadores del sector tienen mucho trabajo de delante, especialmente las instituciones, porque tienen que ampliar el despliegue de la infraestructura de recarga. Para poder poner un punto de recarga en una zona rural, las autoridades locales tienen que dar el visto bueno correspondiente, y las propias empresas energéticas tienen que llevar la potencia suficiente para dar suministro a ese punto de recarga.

Por todo esto, "tiene que haber un esfuerzo conjunto y coordinado por las instituciones, sino podemos encontrarnos con que no haya el despliegue suficiente como para asumir un mercado de un vehículo 100% eléctrico tan elevado", desvela Concejo.

Las inversiones del sistema del automóvil eléctrico son muy cuantiosas, algo que de entrada encarecerá la producción y, por lo tanto, el precio de los automóviles. "La movilidad sostenible está fenomenal, pero está por encima la movilidad, que es un derecho de las personas que se está limitando con todo esto. La movilidad es para todos los ciudadanos, no solo a los que tengan más dinero para comprar un eléctrico", adelanta el Delegado de Faconauto en Castilla y León.

Los coches eléctricos son más caros, por ahora, que uno de combustión normal o un híbrido. "Seguro que esto va evolucionando, pero de entrada nadie sabe si los materiales para crear las baterías van a existir en la medida que no suponga un encarecimiento del producto importante y tampoco sabemos cuál va a ser el coste de reciclar, de recargar o de volver a utilizar todos los materiales de las baterías. Hay muchas preguntas sin resolver", continúa. 

En los últimos meses está creciendo la venta de los sistemas híbridos, los gasolina se siguen vendiendo y los diésel están "en vías de extinción". "Ahora mismo las estrellas del mercado son los híbridos y los híbridos enchufables". En datos de Valladolid, desde mediados de febrero de 2022 hasta el mes actual, el mercado del greenmarket (eléctricos, híbridos e híbridos enchufables) ha crecido un 43%, de 23 a 43 coches.

Me quiero comprar un coche, ¿cuál compro?

Si una persona se quiere comprar un coche a día de hoy, el delegado de Faconauto de Castilla y León recomienda que cada uno se compre el coche que quiera, incluso un diésel. "De aquí a trece años veremos qué ha pasado, cómo han evolucionado la ideología, los fabricantes, los mercados y cómo funciona lo de la geopolítica", dice. 

Ante las dudas que se puedan ocasionar, el director Autocyl anima a los consumidores a no tener miedo a la barrera tecnológica. "Hay productos ampliamente eficientes e infraestructura de recarga que se está desarrollando a un ritmo acelerado". La venta de vehículos eléctrica representa una pequeña porción del mercado, pero hay una infraestructura de recarga de suministro bastante amplia, tanto urbano como extraurbano. Concejo considera que "hay más incertidumbre generada por desconocimiento que por problema real tecnológico".

Zonas de bajas emisiones

En cuanto a las zonas de bajas emisiones en las ciudades, López Valdivieso considera que somos seres "libres" y que nadie puede obligar a comprar un coche u otro. "Cerrando el centro tienen que dar soluciones a la gente que vive cada vez más alejada del centro de las ciudades", concluye. 

Por su parte, Alonso-Lasheras ve la medida de las zonas de las bajas emisiones como "una medida más electoralista y política que real". Todavía no se ha puesto en marcha en Valladolid, pero, según el director de ventas de Vasa Arroyo va a tener muy poco impacto en la vida diaria por el número de exenciones. "Si vas a un parking, estás exento, si vives dentro de la zona o vas a una tienda también estás exento. Hay tantas exenciones que el impacto real va a ser muy limitado, pero tiene un efecto propagandístico y electoralista muy importante".

Para Ángel Concejo, es "lógico" que se vayan desarrollando las zonas de bajas emisiones, porque están en el marco de estrategia de descarbonización de la Unión Europea. "El problema viene cuando algunos ayuntamientos o ciudades entienden que ese proceso consiste en eliminar el tráfico rodado del centro, y eso no es así. El tema es eliminar el tráfico que genera contaminación. Debe respetarse el espacio para que puedan circular los coches, o cualquier otro vehículo, independientemente de que se dé esa descarbonización. Creo que las zonas de bajas emisiones bien entendidas son coherentes en ocasiones, pero en ocasiones no están adecuadamente aplicadas", concluye.