Había mucho en juego en esta última carrera, subcampeonatos, despedidas. Gran expectación, las decisiones de los equipos iban a marcar la carrera, Yas Marina no es circuito para la improvisación de los pilotos. Y así fue, WOW. Para sorpresa de muchos, no salió victorioso el mejor coche, si no, la mejor estrategia. Sin olvidar los pequeños detalles, pequeños sucesos, que algunos los llamaran suerte, pero que no fueron solo eso.

Max salía primero, pero todos los ojos estaban posados en dos magníficos pilotos que se jugaban el subcampeonato, Checo Pérez y Charles Leclerc. El que quedará delante, se llevaba el gato al agua, y visto lo visto, los pronósticos no favorecían al chico favorito de Ferrari. Pero, como ya sabemos, las carreras tienen muchos más factores que simplemente la velocidad a una vuelta. Por supuesto, también estábamos atentos a Don Sebastian. Todos deseábamos un buen último gran premio para el alemán.

La salida fue limpia. Russell salió mal y perdía posición con Norris, Hamilton pasaba a Carlos y Leclerc acosaba a Pérez. De Verstappen ni hablamos porque juega en su propia liga siempre y no hay quien le sople. El mexicano aguantó bien la posición y enseguida le metió 2 segundos al monegasco. El ritmo de la marca de bebidas austriaca era evidentemente superior. Por detrás, Carlos y Hamilton peleaban con todo, de hecho, Sainz Jr jugó tan duro que vimos Lewis volar al comerse un kerb y irse recto en una curva, este es el madrileño que me gusta, mordiendo. Leclerc y Sainz intentaban ir a por los Red Bull pero no podían y fue entonces donde se empezó a gestar la idea de hacer algo diferente, porque a velocidad pura no iban a ganar, aunque los Red Bull no les estaban avasallando completamente. Mercedes veía como se le iba el segundo lugar del mundial de constructores además el coche de Hamilton parecía dañado tras su pelea con Sainz.

El neumático medio duraba, pero perdía rendimiento bastante pronto, por lo que uno tras otro fueron poniendo duro. Primer suceso notable. Pérez, tuvo la mala suerte de salir en tráfico con Alonso y Vettel, viejos rockeros que le estuvieron amargando la vida y haciéndole perder tiempo durante una vuelta más o menos. Los Ferrari también pararon al igual que los Mercedes, todos juntos y revueltos pero esta vez con neumático medio. A Russell le mataron la carrera con una parada lenta  y un unsafe release que le valió 5 segundos de penalización. Pérez seguía delante de Leclerc. Durante varias vueltas el monegasco estuvo casi en zona de DRS, pero finalmente no pudo con el ritmo de su rival. Entonces, Ferrari hizo lo que no ha sabido hacer durante toda la temporada, una buena estrategia. Decidieron que Leclerc iría hasta el final con los neumáticos duros que llevaba. Red Bull optó por lo mismo pero solo con Verstappen, Mercedes igual, pero con Hamilton. Sainz creíamos que haría lo mismo, pero para sorpresa de todos, acabó parando a cambiar, dejando a su compañero solo ante el peligro con Checo. Quedaban 18 vueltas y Checo, que acababa de parar, tenía que remontar 18 segundos y adelantar a Leclerc para ser subcampeón. Daba comienzo la persecución. Mientras, Alonso retiraba el coche por enésima vez este año, el final más triste con Alpine para un tío que ha conducido sublime toda la temporada, chapó Nano, gracias por el espectáculo.

Segundo suceso. Como Hamilton también iba hasta el final a una parada, no tardó demasiado Checo en encontrárselo. Y durante vuelta y media, Lewis aguantó a un coche que rodaba 1 segundo y medio más rápido que él en un alarde de calidad e inteligencia competitiva. ¡Que bueno eres inglés, y que poco aprecio te tengo!. Esta feroz resistencia le dio a Leclerc 2 segundos más. Aun así todo indicaba que se lo jugarían en la última vuelta, teniendo Checo ventaja de neumáticos. Pero no fue así, y si hasta aquí había sido el factor humano de unos pilotos competitivos los que habían jugado a favor de Leclerc, en lo que siguió la diosa Fortuna apostó por el de Ferrari.

Primero Latifi y Schumacher, casi repiten el accidente del año pasado, pero no. Después Hamilton rompía el coche, pero tampoco hubo necesidad de safety o virtual safety, pero Checo seguía recortando distancias. Leclerc echaba de menos a Carlos cubriendo sus espaldas. Aparente error de Ferrari, que quiso proteger antes el subcampeonato de constructores que el de pilotos, pero la jugada le salió bien. Todo indicaba que la batalla se decidiría en la última vuelta, pero pasó lo inesperado. Tercer suceso. Pérez pilló a doblados en una curva lenta donde perdió casi medio segundo. Ese medio segundo le valió a Leclerc para mantener al mexicano fuera de zona de DRS y acabar segundo el GP y el mundial, brillante hoy Charles, apurando sus opciones. Tres detalles, tres sucesos, tres pérdidas de tiempo de Checo que Leclerc no tuvo, un subcampeonato mundial. Vettel acabó en los puntos en su última carrera pudiendo así despedirse dignamente de este deporte que le ha dado tanto, pero al que él también ha dado mucho.

El año que viene más, y esperemos que mejor. Nuevos pilotos en los equipos, mejores coches, más emoción. Hasta entonces, ha sido un placer cubrir la temporada en Tribuna, y espero que hayáis disfrutado leyendo mis crónicas tanto como yo escribiéndolas.

¡Viva la F1! Y que gane el mejor, que a veces, solo a veces, no es el más rápido.