Se llevó a cabo, entre lágrimas de algunos de los presentes, en una procesión que partió desde la iglesia de San Miguel y San Julián
La crisis invita a los vallisoletanos a darle una segunda oportunidad a su ropa y calzado
Comercios tradicionales como los 'cosetodo' o los zapateros resucitan su actividad a causa de la inflación y la actual crisis económica que afecta al consumo
La inflación, a pesar de haber descendido ligeramente durante el mes de octubre, sigue estado en niveles históricos, y afecta a todos los patrones de consumo de nuestro día a día. La ropa y el calzado no iban a ser menos, como elementos imprescindibles del día a día.
A menudo, el cambio de armario del verano al invierno, implica renovar ciertas prendas que se van quedando desactualizadas según las tendencias que marca la industria de la moda, o tirar los elementos de nuestro armario que, por el paso del tiempo y su habitual uso, han perdido calidad.
Esta crisis que comenzó con la guerra entre Rusia y Ucrania, ha afectado a nuestra forma de comprar y los vallisoletanos están volviendo a adaptarse a hábitos de consumo más responsables con el medio ambiente, en contraposición al "usar y tirar" al que muchos estaban acostumbrados.
Es el momento de volver a las tiendas tradicionales como los 'Cosetodo' y los zapateros, profesiones "de toda la vida" que hace años que fueron notando un decrecimiento en su actividad con la aparición de las grandes multinacionales de ropa y calzado que ofrecían prendas de menos calidad pero con un precio muy económico.
Arreglos
El Cosetodo Lourdes asegura que, últimamente, "la gente compra menos ropa y se apaña con lo que ya tenía" porque "la crisis es para todos". Además, añade que sus horarios de trabajo han crecido porque tuvo que prescindir de empleados, cuando comenzó la pandemia: "Ahora tengo que atrasar los plazos porque yo solo no puedo ser tan rápida como éramos antes".
El zapatero 'Las Flores' sentencia que "es uno de los mejores momentos en los últimos años". Y reconoce cierta "culpabilidad" por alegrarse en un momento de crisis. "Esta dificultad económica nos está viniendo bien, hacemos casi un 25% más de arreglos que el año pasado en estas fechas".
Por su parte, Carmen del Cosetodo Doña Puntada declara que el negocio "funciona bastante bien", a pesar de que su oficio "no es coser y cantar". Reivindica que es un empleo que "requiere muchas horas de esfuerzo" y que "para obtener un sueldo de ocho horas, hay que trabajar catorce". Aun así, agradece que "desde hace casi un año, ha remontado mucho la actividad".
El Cosetodo Sara lleva "más de veinte años" haciendo arreglos en Valladolid y logrando que "prendas que ya no servían, puedan reutilizarse". Es una forma más económica y ecológica de "dar una segunda vida a la ropa".
"Un arreglo normal puede renovar por completo un calzado. En vez de gastarte cincuenta o sesenta euros en un nuevo par, puedes usar veinticinco o treinta para mejorar los que ya tienes", Jorge Javier Puga del Zapatero 'Rosa e hijos'.
El presidente de Vox visitó Valladolid para disfrutar de una comida con afiliados y simpatizantes
La marcha ha estado organizada por el Movimiento por la Escuela Pública, Laica y Gratuita
Sacyl publica una guía con protocolos innovadores e incide en el registro de comportamientos en la historia clínica del paciente