¡Buenos días, Tordesillas! era la exclamación que resonaba por las bocinas y los altavoces todos y cada uno de los días de la Peña indefectiblemente. Y quien la pronunciaba era un hombre que recogió el testigo de su mismo padre, el que fuera Secretario del Ayuntamiento tordesillano, cuando las emisoras empezaban a ser usadas en estos y otros menesteres.

"TK1 llamando a TK2 ¡cambio!. ¿Por dónde llega el encierro, cambio? preguntaba desde el otro punto de la emisora Sergio Rodríguez. ¡Atentos, que vienen tres toros y seis bueyes por la bajada del ancla. Atención, cuidado!".

Sergio Rodríguez de Francisco, lector del programa de fiestas el día de las portadas, recibía la ovación cerrada de la concurrencia juvenil cuando se arrancaba con el : "¡Buenas noches, Tordesillas!".

Hoy en un día de otoño, tras unos meses de postración en el lecho del dolor, ha rendido su alma al Todopoderoso y su voz ya no bajará nítida ni diáfana por la corriente del Duero, al llegar las fiestas de la Peña. Es una pérdida más de lo que iba quedando de aquellas populares fiestas peñeras significativas y plenas de emotividad.

En el silencio de la tarde, la vida de Sergio ha llegado a su fin a los 75 años de edad. Nosotros, en Tordesillas nunca olvidaremos ese timbre de voz característico y servicial.

Descanse en paz un hombre que hizo su vida y nos contó siempre la fiesta de la peña al lado de un micrófono. Hoy se ha apagado la lucecilla de un farol más de aquella tradicional fiesta de la Peña que nos acompañó tantos años, de joven su padre y de viejos su hijo.

¡Vuela, amigo!.