Lo que realmente te pide el cuerpo es devolver el insulto, entrar en la provocación y contestar en los mismos términos que ellos utilizan, pero eso sería vulgar, trasnochado y casposo.

En las familias con principios, enseñan desde pequeños que el insulto y el menosprecio no conduce a nada. Los padres que pretenden que sus hijos sean de mayores buenas personas les educan en el respeto hacia el otro, entendiendo que existen diferentes gustos, costumbres y creencias que hay que aceptar aun siendo distintas a las de su familia.

Los padres que en su casa no hablan alto, no menosprecian a los otros vecinos, respetan las decisiones de los profesores y no se les hincha la vena viendo a sus hijos que chupan banquillo en competiciones deportivas, logran con el paso del tiempo que sus hijos defiendan con elegancia sus pensamientos, postulados y decisiones.

Todo se crea en la familia y un poco en los institutos, colegios, clubs deportivos y selección de amigos.

Pero la familia es el centro de todo, créanme.

Por eso cuando los familiares de nuestro vicepresidente observan en los noticieros televisivos insultar a su hijo, sobrino, primo o hermano, estarán comprobando que lo que le transmitieron de pequeño ha tenido consecuencias, han calado en las maneras y en las formas que ha visto desde siempre.

Cada semana un insulto, un menosprecio, una vejación. Es lo mismo a un compañero de hemiciclo, que al Festival de Cine de la ciudad en la que reside, que a un partido democrático con cien años de historia, que a todo lo que vendrá en próximas fechas con tal de abrir un telediario.

Defienden la familia como la base de todo. Y eso lo comparto, lo suscribo y subrayo cien veces.

Pero habrá que tener claro que modelo de familia, creo yo.

Si fomentamos una educación en la que la premisa sea la arrogancia, la prepotencia, el maltrato y el insulto, mal vamos para las próximas generaciones.

El vicepresidente se ha creado un personaje, está a gusto en su papel y los suyos le invitan a que siga en esa ruta que tanta visibilidad otorga, triste visibilidad, que les está dando a nivel nacional.

La gente vota a sus elegidos para que estimulen el desarrollo de la región, se puedan crear nuevas oportunidades de trabajo, para que se consolide la paz social y se conviva de la mejor manera posible. Todo lo demás es lo de menos?

Por si no se lo dice su familia, ni sus amigos, ni los compañeros de partido, ya se lo digo con máximo respeto y en tono bajo. Su actitud es IRRRESPONSABLE.