Once días han durado los velatorios y las exequias de la reina Isabel II del Reino Unido. Medio mundo -literalmente- ha seguido a través de la televisión y de las redes sociales las imágenes de la despedida de la última monarca de la casa Windsor fallecida. El mayor funeral de Estado de la historia convertido, como es habitual en los tiempos que corren, en show mediático.

Isabel II, después de 70 años de reinado, ha rendido el último gran servicio a su país, ha conseguido unir a los británicos en el dolor, ha proporcionado un clima de tregua ante los desafíos políticos y económicos a los se enfrenta el Reino Unido (Lizz Truss acaba de sustituir a Boris Johnson como primera ministra) y ha sido protagonista de, posiblemente, la mayor operación de marketing de la historia.

Durante esos once días, la fallecida monarca ha estado en boca de todos, la sucesión de acontecimientos en el Castillo de Balmoral, en el Palacio de Buckingham o en la Abadía de Westminster han copado los principales espacios en prensa, radio y televisión. Ha sido el tema estrella de redes sociales, memes y tertulianos de toda casta. Nunca se había hablado a nivel global tanto del Reino Unido. Nunca la reina había sido tan protagonista en el mundo.

Con 96 años, aquella joven que no estaba destinada a reinar hasta que su tío, Eduardo VII, renunció al trono por amor, ha dejado este mundo, reuniendo a la mayor cantidad de jefes de Estado jamás vista en evento alguno. Salvo Putin, que no fue invitado, estuvieron todos los que tenían que estar, incluso los reyes de España, titulares y eméritos, cosa que por cierto generó el típico y demencial debate patrio porque el protocolo británico decició sentarlos juntos...

Isabel II fue la primera princesa real cuya boda fue televisada, lo mismo que su coronación a los 25 años en 1952. Ha sido una gran monarca a decir de los que saben de estas cosas, a pesar del error en su total falta de empatía con su pueblo tras el fallecimiento de la querida Lady Di. Cuentan que tras el brexit se presentó en el Parlamento británico con un sombrero en el que destacaban los colores de la Unión Europea...

Con el fallecimiento de Isabel II se acaba un intenso período de la historia contemporánea. Queda por ver qué harán con su futuro constitucional los paises de los que era soberana, aunque no reina, la famosa Commonwealth of Nations: Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Jamaica, Bahamas, etc. O qué papel político quieren jugar los británicos en el futuro de la Unión Europea.

Aunque le quedó un logro por conseguir, destronar al rey francés Luis XIV como el monarca con el reinado más longevo de la historia -ahí sigue su marca de 72 años-, Isabel II ha resgitrado el funeral más visto en la historia, ha logrado que se vuelva a hablar de la puntualidad británica, del sentimiento monárquico del país, de lo que amaba a Escocia, de la importancia de la corona a la hora de compensar las ideologías políticas...

Veremos qué tal lo hace el nuevo king, Carlos III. No tiene buena prensa el 'chaval'.