Se está acercando ya el verano, lo que conlleva un buen tiempo y que los niños ya están acabando el curso escolar. En esta época aparecen en el mapa los campamentos o campus de verano, donde los niños y niñas buscan divertirse junto a sus amigos al mismo tiempo que aprenden cosas nuevas. Hay distintos tipos de campamento, desde cualquier deporte que se practique en la actualidad hasta campamentos rurales y urbanos, donde se busca conocer el medio rural y también realizar actividades lúdico-educativas.

Durante la pandemia, muchas actividades, entre ellas algunos campamentos de verano, se han cancelado por razones de seguridad. Pady Miranda, responsable de la finca Las Cortas de Blas en Villalba de los Alcores comenta que ellos sí que han realizado el campamento de verano en esos años argumentando que “el primer verano tuvimos muy pocos niños” y al año siguiente “ya nos dejaron tener hasta un aforo del 75%, por lo que decidimos hacer grupos burbuja”. Demetrio Nieto, presidente del C.D. Don Bosco y organizador del campus deportivo de fútbol en colaboración con la Fundacvión Municipal de Deportes (FMD), expresa que ellos durante la época de pandemia no realizaron el campus porque “era inviable”.

Félix de la Fuente, director técnico del campus deportivo de atletismo, declara que “en 2021 fuimos de los pocos deportes que dio un paso adelante haciendo los campus con bastante éxito de participación”. José Manuel López, encargado administrativo del campus deportivo de baloncesto relata que “en 2020 no se hizo nada y en 2021 empezamos con las concentraciones de selección más dirigido a niños que están en seguimiento dividiéndolos en grupos reducidos para evitar riesgos”.

El objetivo del campamento Las Cortas de Blas es “que los niños conozcan el medio rural y las actividades que se desarrollan en una granja, y que puedan tener una experiencia profunda de madurez y trabajo en el campo y que aprendan a cuidar la tierra”, manifiesta Miranda. Desde otro punto de vista, Nieto busca con su campus de fútbol que “los niños pasen a nuestro lado un rato agradable haciendo deporte, fútbol en este caso”.

El campus de atletismo se divide en “atletas de las escuelas de atletismo que hay en Valladolid que continúan su actividad de una forma diferente” y “alumnos nuevos que no conocen el deporte y quieren pasarlo bien”, y tiene como objetivo “ayudar a la conciliación y hacer una labor social”, detalla De la Fuente. El campus deportivo de baloncesto tiene la finalidad de “intentar ofrecer una alternativa de ocio a los niños que les guste el baloncesto”. “El principal atractivo que tiene los campus de Portugal es el tema de la playa y los partidos amistosos contra clubes de allí”, manifiesta López.

Respecto al número de niños y niñas en los distintos campamentos de verano, Miranda asegura que “sí” porque “ya lo está teniendo y notamos que los padres y los niños tienen muchas ganas de venir” y que respecto al covid no va a haber preocupación por parte de los padres ya que “ya casi todo el mundo lo hemos pasado y sabemos cómo es y estamos todos vacunados”, concluye Miranda. Nieto por su parte cree que tampoco va a haber preocupación por el covid porque “ya está asumido como algo que pasó en su momento” y cree que sí que va a tener mucha acogida el campus de fútbol ya que “nuestra propuesta es que además del deporte, hay que pegarse un baño durante el transcurso de la semana” y explica que “tenemos casi todo completo con 40 niños que van a disfrutar de una semana y otros 40 niños la siguiente”.

De la Fuente asegura que sí que van a tener muchos niños en su campamento, “sabemos que va a haber más de 100 niños entre los cuatro campus, dos campus van a ir al 100% de aforo y los otros dos estaremos con un 80 o 90% del aforo”. Sin embargo, considera obvio que los padres estén preocupados aún con el tema covid ya que “debe de haber preocupación  porque el virus está presente y está mal que nos olvidemos de él”. López afirma que sí que van a tener muchos niños en su campamento ya que “nosotros ofertamos nuestros campus desde marzo y en 15 días completamos los dos campamentos de Portugal y el de Béjar orientado al Minibasket”. Respecto a la preocupación de los padres por el covid, López piensa que  “no hemos notado esa incertidumbre con aquellos que nos han planteado este tipo de dudas”.

En relación a los monitores que van a trabajar en el campamento de Las Cortas de Blas, Miranda anuncia que el campamento “tiene 80 monitores entre todo el verano” y se dividen “en un monitor por cada 10 u 11 niños y nos organizamos por semanas” el campamento dura de lunes a sábado. El campus de verano de fútbol, Nieto explica que van a tener “un máximo responsable y luego cinco monitores”, matizando que “todos con su categoría y titulación pertinente”, finaliza.

Por su parte, el campus de atletismo va a contar con un total de “tres monitores en cada uno de los campus y un coordinador” donde todos los monitores “son titulados, todos van a estar contratados con la seguridad social y todo tipo de garantías legales“, y luego los coordinadores serán “entrenadores superiores, nacionales o técnicos deportivos superiores”, concluye. López explica que en los dos campus de Portugal, en Aveiro y en Espinho, van a tener “un director de campus, tres entrenadores nuestros, un entrenador portugués de los clubes que colaboran con nosotros más un fisioterapeuta”. En el campus de Béjar, “van a ir 12 entrenadores, una enfermera y tres monitores de tiempo libre”, concluye López.

Miranda da tres recomendaciones para animar a los chicos y chicas que se apunten al campamento Las Cortas de Blas: el primer consejo es que “somos una empresa que nos conocen mucho en Valladolid porque trabajamos con colegios y tenemos la confianza de la gente” y después que “trabajamos con un grupo de monitores muy profesional, a los que formamos y eso se nota en el cuidado de los niños” y por último que “es una experiencia de madurar y para conocer otras personas, crecer en la diversidad “. Nieto advierte que “los niños se divierten enormemente con el fútbol y que además del fútbol se trata de convivir y potenciar unos valores, por eso los niños están bien acogidos”.

De la Fuente sugiere que “es una actividad muy bien organizada, con mucha experiencia, y todo está meticulosamente preparado para que los niños se diviertan” en unas instalaciones que “son de las mejores de Europa”, opina. Para tratar de animar a los chicos y a los padres a acudir a este campamento, López define una premisa fundamental, “que les guste el baloncesto”. Además de este requisito básico, el encargado administrativo aclara que “el principal atractivo de los campus de Portugal es que aparte de estar en la playa, es una forma de turismo y que los niños conozcan otra cultura, otro tipo de comida y otras ciudades como Porto, jugar contra equipos portugueses que te saca de la monotonía”.