Muchas cosas han cambiado en el Real Valladolid durante los últimos meses. Casi nada queda ya de ese proyecto a tres años que el club se planteó para recuperar su fortaleza y regresar a Primera. Todo se rompió con las salidas de los tres integrantes de la dirección deportiva. El trabajo de Braulio Vázquez, Domingo Catoira y José Antonio Prieto ‘Cata’ tuvo sus altibajos, con refuerzos de calidad para el primer equipo, pero también con otros jugadores que no dieron la talla.

 

Fútbol, al fin y al cabo. Catoira fue el primero en abandonar Zorrilla para recalar en el Valencia. Braulio también cogió la puerta de salida tras desavenencias con Carlos Suárez, presidente de la entidad, y acabó en Osasuna, adonde llegó el último en salir: Cata. De los tres, el rendimiento de este en la dirección de las categorías inferiores fue el más destacado.

 

De su mano llegaron entrenadores importantes para la formación de futbolistas que ya se han convertido en potenciales. Los casos más claros son los de Apa y Miguelín, un lateral derecho y un delantero que iniciaron la pretemporada con el primer equipo. Ambos todavía son juveniles, por lo que este curso pueden seguir participando con el División de Honor, aunque su proyección invita a darles oportunidades en el Promesas.

 

Las cosas han cambiado con Miguel Ángel Gómez como jefe del área deportiva y Ángel Catalina al mando de las gestiones del Promesas. En este momento, el filial solo cuenta con un lateral derecho en plantilla (Raúl Navarro), reciente fichaje que es propiedad de la entidad blanquivioleta, pero que solo ha firmado por un año. Por ahí Apa tendría más sencillo participar con el Real Valladolid B, ya que solo tendría un rival por el puesto.

 

Pero arriba es donde el castillo de la formación se ha derrumbado. Luis Suárez y Becerra son dos de los seis cedidos por el Watford, que se unen a Wojcik, quien además no es sub-23, como los delanteros a las órdenes de Salvachúa. Eso sí, ninguno de ellos ha contado para Luis César Sampedro en esta pretemporada, a diferencia de un Miguel que parece haberle convencido y estará en la concentración de Marbella.

 

El todavía juvenil ha despegado en los últimos tiempos -siendo internacional sub-18- y se ha convertido en una de las perlas de la cantera blanquivioleta, a la que llegó hace unos años. Este delantero con excelentes movimientos con y sin balón deberá ganar la batalla a los colombianos Suárez y Becerra, que han venido para sumar minutos, y a Wojcik para ser una de las piezas importantes de este nuevo Promesas.

 

Y es que lo de nuevo es literal. El gran número de salidas ha sido contrarrestado por la importante cifra de llegadas (10 hasta el momento). Un portero, dos laterales, dos centrales, dos centrocampistas y tres delanteros que, según la duración de sus contratos, en un año no estarán en Los Anexos. Casi un equipo nuevo que podría tapar la proyección de los que vienen por debajo (siete de ellos son cedidos en busca de minutos) y de los que ya están y, de hecho, vienen participando en pretemporada con el primer equipo.

 

Los seis jugadores llegados a préstamo por el Watford y el otro (Cobo) desde el Real Madrid invitan a pensar que el Real Valladolid ha aparcado la formación de los suyos para convertirse en la cantera de otros. Una decisión arriesgada, impopular para muchos y totalmente ligada -en la mayoría de los casos- a la relación de la dirección deportiva con Gino Pozzo, propietario del club inglés.