Diputados y senadores se suben el sueldo, otra vez
¿Alguién piensa que los diputados y senadores del Reino de España no están convenientemente remunerados por el trabajo que desempeñan? ¿Por qué se suben el sueldo otro año más? ¿Por qué aprovechan los incrementos salariales a los funcionarios para mejorar sus retribuciones? ¿Por qué no dan ejemplo a la ciudadanía reteniendo, al menos, el sueldo de las élites políticas? Estas y otras preguntas similares nos hacemos de vez en cuando algunos ciudadanos.
Con 350 diputados, 265 senadores, miles de parlamentarios autonómicos, concejales y alcaldes (de los que cobran), asesores, etc, en este país se pierden excesivas energías económicas en la arquitectura institucional. No voy a discutir su necesidad (eso es debate para otra ocasión), pero sí la espléndida generosidad con la que se reparten determinados salarios. Las mesas del Congreso y el Senado han decidido que el próximo año sus señorías vean elevadas sus nóminas en un 3,5 por ciento. Eso supone que los presidentes, Meritxell Batet y Ander Gil, percibirán el próximo año unos salarios de 239.000 y 192.000 euros, respectivamente. O que Gabriel Rufián, el diputado de ERC que anunció que permanecería en la cámara alta tan solo un año y medio, reciba en su cuenta corriente 131.000 euros.
El mismo que dijo no querer nada del estado español (salvo la pasta, digo). A todo esto, hay que sumar los magníficos pagos por los gastos en complementos, dietas y demás, incluida por ejemplo una tarjeta de taxi anual para circular por Madrid. Por no hablar de los viajes al extranjero. También es conveniente recordar el recientemente polémico recambio de teléfonos móviles, que entre ambas cámaras superará los dos millones de euros en iPhone 13 Pro y Samsung Galaxy A53, según se trate de perfil 1 o 2, que también hay clases en las casas de la democracia del pueblo.
La subida de salarios en las mesas del Congreso y el Senado fue apoyada por PSOE, Unidas Podemos y PNV. Se posicionaron en contra PP y Vox (también Ciudadanos, que no tiene silla en dichas mesas). Los demás partidos con representación parlamentaria han silbado, mirando hacia otro lado, en casos concretos tapándose la nariz. El argumento para este incremento salarial fue explicado por el portavoz socialista, Patxi López: "Es una subida razonable y hay que dignificar la labor política". Me quito el sombrero...
Desde hace años vengo reclamando algún gesto de la clase dirigente en materia salarial, un detalle propio hacia los ciudadanos que lo están pasando mal de verdad, con aquellos a los que la necesidad del día a día mortifica. Hay a quienes se les llena la boca defendiendo a los más necesitados, pero no sienten la mínima vergüenza ajena con las prebendas del poder. La moqueta, el coche oficial y ese tipo de cosas enajenan a más de uno. Y, en general, cuando se habla de subidas de sueldos para ellos mismos a menudo las ideologías sí que se diluyen. Es la pólvora del rey de toda la vida...
Respondiendo a las preguntas del inicio, creo que los diputados y senadores -y los parlamentarios de todas las comunidades autónomas- están retribuidos convenientemente, incluso generosamente (unos más que otros); considero que deberían haber congelado sus salarios en 2023; los dirigentes políticos se equivocan al camuflar sus incrementos retributidos entre los de los funcionarios (la gente está en sus cuitas prioritarias pero percibe lo que hacen sus representantes políticos). Y en materia de salarios ya no espero ejemplo ni detalle alguno de quienes gobiernan este país. Ahora hay dinero y alegría para gastarlo (y una deuda pública inaceptable). A partir de 2024 intuyo lo que va a ocurrir.