circle
Reels

La salud en la red

Por Eyriesalud

Eccema dishidrótico


El eccema es una afectación cutánea bastante frecuente en la población general infantil y adulta que hace que la piel se enrojezca, se irrite y pique. Existen varios tipos de eccema y hoy vamos a hablar sobre el eccema dishidrótico.

¿Qué es el eccema dishidrótico?

El eccema dishidrótico (también denominado dermatitis eccematosa dishidrótica, pómpholix y eccema paráptico) es una dermatitis crónica, que afecta a las palmas de las manos y a las plantas de los pies.

¿Cómo cursa el eccema dishidrótico?

 Se trata de una enfermedad que cursa con brotes, es decir, con periodos sin lesiones y otros con empeoramiento dermatológico. Los brotes se caracterizan por la erupción de vesículas pequeñas y duras en palmas, plantas, y caras laterales de los dedos, acompañadas de mucho picor. Estas vesículas pueden unirse formando grandes ampollas que nunca se rompen y evolucionan dejando una lesión liquenificada, es decir un engrosamiento de la capa más superficial de la piel.

¿A quién suele afectar?

Predomina en varones que han presentado en la infancia piel atópica y es más frecuente en jóvenes y adultos en épocas de calor y humedad.

¿Por qué se produce y qué elementos empeoran el eccema dishidrótico?

Generalmente suelen intervenir en el 50% de los casos factores derivados de la sudoración en personas con piel de fondo atópico. Otros factores que se valoran en su origen son la hiperhidrosis, alergia a níquel, cobalto y cromo.

El estrés emocional, el agua, detergentes y disolventes pueden desencadenar los brotes.

¿Cómo se diagnostica?

La clínica que suele seguir un curso cíclico, alternando recurrencias con remisiones y resolviéndose a menudo sin tratamiento, así como la exploración física suelen ser suficiente para establecer el diagnostico al presentarse las lesiones descritas, siguiendo un curso cíclico con brotes, no siendo necesaria la realización de ninguna prueba especial.

¿Qué puedo hacer durante los brotes?

El principal motivo de los brotes es el contacto con agentes irritantes (metales, detergentes…), por lo tanto, como es lógico el principal tratamiento será evitar dichos agravantes con la utilización de guantes o simplemente evitando el contacto directo. Generalmente con estas simples instrucciones el eccema mejora y puede incluso desaparecer totalmente.

Sin embargo, algunos pacientes deberán ser tratados con el objetivo de disminuir la duración de las lesiones durante los brotes y prevenir las recurrencias.

En la fase aguda se recomienda tratamiento tópico que puede consistirá en:

  • Fomentos que pueden encontrarse en la farmacia. Los fomentos son un preparado farmaceútico con diversas propiedades curativas para ser aplicado sobre la piel. Los más útiles para el eccema dishidrótico son los formados a base de sulfato de Zinc y permanganato potásico con propiedades antisépticas, astringentes y contra el picor.
  • Corticoides tópicos. Son el tratamiento de elección aplicados en pequeñas cantidades sobre la zona afectada una vez al día al acostarse durante un máximo de 2 semana. Tendría que consultar con su médico para aplicarse el que más les convengan a sus lesiones. No se automedique, los corticoides tópicos pueden provocar efectos secundarios indeseados sobre la piel si no sabemos cómo usarlos.
  • Corticoides orales. Sería el tratamiento de pacientes que no responden a los tratamientos tópicos y en casos de afectación muy extensa.
  • Sólo será necesaria la derivación al dermatólogo en caso de resistencia al tratamiento o en casos graves de eccema dishidrótico con una afectación muy extensa de la piel.

¿Existe algún remedio para el picor?

Cómo ya hemos dicho con anterioridad, los fomentos serán un gran aliado frente al picor con una mejora casi inmediata. Cuando sea necesario podrían utilizarse antihistamínicos orales.

¿Debo seguir algún tratamiento, aunque no tenga brote?

Una vez superado el brote, en los casos más tórpidos es necesaria la utilización de medidas de mantenimiento que eviten la aparición de brotes.

  • Evitar contacto directo con sustancias que empeoren el eccema: utilización de guantes de vinilo forrados con algodón si se entra en contacto con los agentes agravantes o sustancias irritantes (fruta ácida, detergentes, jabones irritantes, productos de limpieza, trabajos de jardinería)
  • Evitar la excesiva sudoración en manos y pies: evita ambientes calurosos que impliquen un aumento en la sudoración.
  • Ropa de algodón y poco ceñida: la ropa de algodón y suelta permite traspirar mejor a la piel y evitar sudoración excesiva que empeoran las lesiones. Usar calcetines de algodón y zapatos con suela de piel (el calzado sintético promueve la sudoración excesiva), cambiar de calcetines y zapatos con frecuencia para que el sudor se evapore.
  • Hidratación de la piel: es necesaria la hidratación dos veces al día sería lo ideal, sobre todo después de la ducha y después del ejercicio.
  • No rascarse: Si la piel esta hidratada evitaremos el picor y por lo tanto el empeoramiento de las lesiones. La crema hidratante fría alivia más el picor. Es necesario tener las uñas bien cortas para evitar las lesiones de rascado.
  • Dieta: no es necesaria ninguna restricción alimentaria.
  • Higiene: usar agua templada y jabones suaves impide el empeoramiento de las lesiones. Debemos recordar que el fondo de este tipo de eccema es la piel atópica por lo que no es conveniente la ducha diaria.
  • Control del estrés: es necesario evitar los desencadenantes relacionados con el estrés ya que estos eccemas empeoran con las situaciones de tensión y además provocarán más picor y por tanto el rascado.

Hay situaciones en las que el médico prescriba tratamiento tópico de manera continuada temporalmente, sobre todo en los casos resistentes, muy avanzados o de afectación muy extensa.


María Hernández Carrasco
Médico residente, MFyC, C.S. Arturo Eyries, Valladolid

REFERENCIAS:

  • Dermatosis ocupacionales en trabajadores de la salud evaluados por sospecha de dermatitis de contacto alérgica. Suneja T, Belsito D. Contact Dermatitis 2008; 58(5):285-90.
  • Manzanares A, López I. Tratamiento de las enfermedades eritematodescamativas. Jano EMC. 2005; 68(1556):42-4.
  • Ribera M, Casanova JM. Tratamiento de las dermatosis más frecuentes en atención primaria. Form Med Contin Aten Prim. 2002; 9:7-24

 

Revisado: noviembre 2016

 

Toda la información que necesitas para mejorar tus conocimientos sanitarios la tienes en http://www.eyriesalud.com