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Por Jesús Antonio Zalama Collantes

Los perros ya están sueltos


En el argot del galguero existe la expresión "le ha dado un viento", que es lo que comenta el cazador cuando al can le llega, a través de su olfato, la presencia de una posible presa, en muchos casos un lepórido. Hace una semana, en el Vibra Mahou Fest de León, el olor a nacimiento de algo trascendental rezumaba por doquier. No es que Arde Bogotá sea un buen grupo, no; es que son ya el nuevo gran grupo y se van a comer a todos los demás con su segundo disco, que tocaron en formato de concierto por primera vez en el Palacio de Congresos leonés.

En el citado festival disfrutamos de una nómina corta de artistas y bandas, pero suficiente. Abrió fuego Carmen 113, grupo que se va asentando en la escena a través de agradables melodías y cuidadas producciones. En directo, son aquello que casa muy bien con todo lo festivalero. Quizás esto les limite algo, pero al menos no parecen tener pretensiones de ser más fuera de esta burbuja, y en ella se mueven bien.

Caso opuesto es el de Carlangas. El excantante de Novedades Carminha (grupo del que se sirvió para completar su repertorio) sí parece ir más allá en cuanto a sonidos y propuesta. Sin embargo, no siempre se llega a la orilla. El virtuosismo y la polivalencia de sus músicos está fuera de toda duda, pero esa indefinición en cuanto al estilo no debería plasmarse en la música como tal. Me dejó con la sensación de que se había bebido poco para hacer el trago más digerible. Dicho lo cual, seguro que sigue creciendo, pero a mí no me cuadró.

Las dos tapas leonesas dieron paso al plato principal. Me gustaría saber si lo era para los promotores cuando cerraron el cartel. Me imagino que no, puesto que entonces no hubiera sido el cuarteto murciano el penúltimo de cuatro. No me vais a leer aquí la lista de éxitos que tocaron, pero sí que no dieron prioridad absoluta al nuevo disco. Entran directamente al top cinco de conciertos que he podido disfrutar en directo, pero solamente el tiempo dirá si tuve el privilegio de disfrutar del inicio de una gira que marque un antes y un después.

Este grupo va a copar los puestos más altos (ya lo está haciendo en cuanto a las ventas del disco) y lo va a hacer de la mano del talento y la diferenciación. Una banda que menciona a Cala Vento o Ruffus como referentes de buena música dentro de la escena ya es digna de alabanza, pero si además no se pliega a lo comercial y sigue reventando con sus guitarras y la voz de Antonio, ¿qué más se puede pedir? Se me ocurre, en un afán de oportunismo, que muchos especialistas abusen de la coletilla de nuevos reyes del 'indie' (más comillas, por favor).

Estos murcianos hacen rock y, de momento, no han abandonado las guitarras de sus inicios, como sí ha hecho otro grupo de su tierra que, en muchas cosas, sí puede marcarles el camino. Si tuviera que apostar por algo, lo haría porque Arde Bogotá va a superar a Viva Suecia en lo que a escalafón en la industria se refiere. Es más, las palabras de Lucas Olazábal, referidas en este blog, sobre que Arde Bogotá ocuparía el lugar de Izal, ya no me parecen una temeridad, sino una obligación. Y más allá.

Debemos dar las gracias por poder disfrutar de estos muchachos. No solo son muy buenos y hacen una música más que notable, también tienen actitud y arrastran masas. Veremos hasta qué punto el consumidor de música en este país es capaz de introducir dentro de sus más escuchadas canciones como 'Los perros', 'Qué vida tan dura' o 'Todos mis amigos están tristes'. Diría mucho de la industria musical de España que llegaran a pelear a todos los artistas poperos y mainstream. Eso sí, espero que esto no tenga que suceder por hacer una colaboración con Pablo Alborán cantando 'La salvación'.

Por último, se plantó sobre el escenario Shinova. Su nombre en el cartel me produce tanto desaliento como gozo el corear todas sus canciones. Por muchas reproducciones que tenga, su último disco no ha sido un paso adelante, pero con el talento y el apoyo que tienen detrás es imposible no disfrutar. Precisamente ellos, que venían del heavy metal, podrían imitar algunas fórmulas de otro estilo. Ojalá acompañen a Arde Bogotá muchas más veces, pero más pronto en el horario.