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Con zuecos y pijama

Por Marcos Pastor Galán

La culpa es de...


Estos días ha habido bombardeo de artículos, a favor y en contra, para defender y para criticar. Antes de todos, yo hice un vídeo para mi canal de youtube con escasos dos minutos de contenido porque no tenía más que aportar, pero debía esperar hasta hoy para dejarlo claro.

 

Siempre que pasa algo, la culpa es de otro. Nadie asume su responsabilidad, sea mucha o sea poca. Es un acto tan español que lo tenemos arraigado como base de nuestras disculpas. Es más fácil decir que ha sido otro y salir del paso. Y así, se llegan a conclusiones como que, si yo robo, es culpa de la policía que no me lo impedía.

 

Llevo meses usando el hastag #ResponsabilidadIndividualCOVID como fomento del pensamiento. Como el intento de que alguien decida que es hora de cambiar la actitud. Pero nada oye. Tan pronto presumimos de ser los mejores del confinamiento, como presumimos de ir a botellones. O a botellones a Mallorca. Porque la evolución “argumental” siempre llega al absurdo, ya lo expliqué antes.

 

Hay gente que no tiene un mínimo de responsabilidad individual, porque ello implica pensar. Pensar que los viajes de fin de curso han cambiado, a peor. Ya antes íbamos pensando en montar la fiesta del siglo, ahora la fiesta viene desde casa. Los padres promocionan y apoyan conductas que llegan a rozar la ilegalidad, pero la culpa es de otro.

 

No puedo criticar a la juventud confinada en Mallorca, ni siquiera sus declaraciones egoístas y con falta de sentido común. Pero sí a sus patrocinadores. Porque les arropan, incluso sabiendo que su responsabilidad individual brilla por su ausencia. ¿Acaso nos mandaron a toda esa juventud a los hospitales a ayudar en los peores meses? No, ahí tenían miedo, pero un macrobotellón es inocuo, sin contar lo que obviamos.

 

Considero un insulto las palabras de esas madres defendiendo la inocencia de los actos de sus hijos, porque nos hemos dejado la salud y alguna vida por el camino para luchar contra la Covid. Considero un insulto que desde un juzgado se les dé la razón demostrando una falta de desconocimiento de salud pública. Supongo que el secuestro en el hotel ha sido durísimo, porque total, son los grandes héroes de la pandemia, o eso parece.

 

Intuyo que esas madres y jueces no tendrán inconvenientes en ir a trabajar a una planta Covid. Intuyo que habrán rechazado la vacunación al no encontrar un riesgo en los contactos estrechos. Intuyo que les parecerá bien que el resto de gente salga durante su cuarentena y se mezcle como si nada entre la población sana.

 

Intuyo que seguirán montando numeritos televisivos y en los juzgados para ganar un poco de prensa o guiños políticos, pero espero que pongan la misma comprensión para el resto. Llevamos mucho esfuerzo para tirar por la borda el trabajo de todo un año, decían que saldríamos reforzados.