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Reels V

Con zuecos y pijama

Por Marcos Pastor Galán

De celebraciones navideñas


Hace unos días un grupo de sanitarios tuvieron la desgracia de infectarse por COVID. Más desgracia aún fue que se revelara que habían estado de cena. Desgracia porque vivimos en un país de falacias donde la relación causa-efecto parece que se cumple siempre en cualquier tema.

 

Este hecho que no ha pasado desapercibido y que, supongo que era lo más importante de toda la semana, ha resultado en una crítica global al personal sanitario. Porque si hay algo claro, es que la población puede hacer lo que quiera amparada por las leyes, pero si eres un profesional de la salud, tu vida queda supeditada a los intereses de los cuñados.

 

La bola se ha hecho tan grande y ridícula a la par, que pronto se pedirá prisión permanente revisable para estos sanitarios, no vaya a ser que salgan de rositas. Pero eso sí, mientas los sanitarios cancelan las comidas y cenas de esta festividad, otros sectores aprovechan el hueco para su fiesta.

 

Quizás el efecto Málaga ha disparado la conciencia de las celebraciones, pero cuando se lanzaron en su reserva, seguramente no tenían indicios de que pudiera ser perjudicial. Los casos positivos y los ingresos por COVID han aumentado y no precisamente por culpa de mis compañeros malagueños. Pero sí han tenido la consecuencia de cancelar cenas, por si acaso.

 

Por si acaso significa que si nos contagiamos, no habrá quien cuide de los pacientes. Significa que preferimos no arriesgarnos ahora que los datos son peores. Y, sobre todo, significa que ahora seremos los malos de la película otra vez, porque es lo que se lleva.

 

En mi opinión, las comidas multitudinarias no tienen cabida ahora mismo, hoy. Porque no podemos garantizar la ventilación necesaria y suficiente. Si bien es cierto, quizás haya ciudades con una temperatura sustancialmente más cálida que la que tenemos en nuestra región, permitiendo comer al aire libre con el riesgo bajo mínimos.

 

Aunque no se pueda determinar el origen del foco COVID positivo de esa famosa comida, los profesionales han sido juzgados por la misma gente que protesta por usar su mascarilla. Así que todo sigue en orden en este bello país.