Hace unos días surge una noticia que no es nueva. Escasean los médicos y la atención primaria de Madrid tendrá los centros abiertos sin atención médica, solo con enfermeras. No es nuevo porque desde hace tiempo las ambulancias de Soporte Vital Avanzado ya salen sin médico muchos días al año.
El problema se agrava con el anuncio, un protocolo que establece criterios de cómo debe funcionar el centro de salud y que algunos médicos han asimilado a un avión sin pilotos. Sin entrar a grandes debates, esa comparativa es, cuanto menos, absurda y retrógrada. Atiende a una sanidad medicocéntrica que va evolucionando a pesar de las barreras de los colegios profesionales de médicos y sus sindicatos.
Digo que con barreras, porque son varias situaciones en las que han hecho todo lo posible por evitar que una enfermera esté al cargo de un centro al considerar que no es capaz, como si por ser médico se obtuvieran poderes mágicos que incorporan capacidad de gestión y liderazgo. Cabe destacar que hay más enfermeras con formación en gestión que médicos, por lo que deberían replantearse su propio pensamiento.
Insisto en que la escasez de médicos no es nueva porque responde a los recortes presupuestarios de hace unos 13 años. Aunque mucha gente trate de basar el conflicto en el bulo de que los médicos van al extranjero a por condiciones mejores, no es verdad. Las condiciones laborales y salariales de España son muy buenas para el colectivo. Al menos las salariales, porque la escasez de profesionales ha empeorado las laborales. Aquí también intervienen los dinosaurios sindicales y colegiales.
Con la crisis económica, se hicieron recortes que repercutieron en la reposición de profesionales. Esto es porque un médico tarda un mínimo de 11 años en salir al mercado (6 de carrera, 1 de estudiar el MIR y 4 de especialidad). Si hoy recortas, el problema no se nota hasta dentro de 11 años, así que puedes frotarte las manos alegando resolver las cuentas, pero es solamente una hipoteca posterior.
Aquí intervienen sindicatos y colegios, quienes solamente buscan mayor retribución. A fin de cuentas, si escasea el personal vuelven las peonadas, horas extra o simplemente subidas de complementos ante el temor de una huelga. No es nada nuevo, pero afecta negativamente a la salud de sus profesionales.
Nadie duda de que un centro de salud necesite un médico, pero tampoco se debería dudar de que una enfermera tenga capacidad para dirigir el centro sanitario. Mismamente, yo tengo formación postgraduada y experiencia en gestión siendo enfermero mientras que mi hermana, médica, no. Ahora, no se me ocurriría suprimir su profesión completamente fundamental para el desarrollo de la actividad.
Por ello y como conclusión, creo que aquellos que siguen el juego colegial y sindicado con comparativas y sacando pecho, no son conscientes de que la optimización de recursos comienza por aprender a gestionar el personal. Deberían luchar porque haya médicos en los centros de salud y no por la gestión de los mismos, lo que deja en evidencia que solamente buscan un salario alto sin pensar en pacientes ni en sus propios compañeros.