Con zuecos y pijama

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Por Marcos Pastor Galán

Transporte sanitario en crisis 3


Las últimas semanas he contextualizado el problema del transporte sanitario. Sin embargo, para conocer las actuales protestas, hace falta conocer el dato final: El personal sanitario que realiza el transporte, su formación y sus competencias.

Hay transporte urgente y no urgente, dentro del urgente hay transporte de soporte vital básico y soporte vital avanzado. También podríamos hablar del transporte primario o secundario, incluso se puede marear la perdiz hablando de ambulancias, helicópteros y aviones. Sin embargo, esto ya no es más que puntualizar la información de las dos últimas semanas sin aportar nada al conflicto.

España es un país donde la opinión pública se divide entre quienes piensan que todo debe ser público, todo privado o una gestión mixta. Por mi parte, una vez más, aseguro la importancia de que existan medios sanitarios privados, eso sí, sin perjuicio de que exista un sistema público de calidad. Un servicio que garantice el acceso universal y el servicio correcto, profesionales competentes  para el puesto y que estén bien formados.

Ahí es donde llega la crisis. En este punto de inflexión en el que la gente productiva no ve premiado su esfuerzo frente a quienes, lejos de producir, restan. Como siempre se asume esta situación, los débiles suelen pagar los platos rotos de un sistema mal planteado y peor gestionado. Así ha llegado el punto en que los TES (Técnicos de Emergencias Sanitarias) llevan años de batallas.

En la mayoría de situaciones, los TES pertenecen a empresas privadas que, en el mejor de los casos, incumplen las condiciones laborales con ellos de forma sistemática. En muchos otros, ni siquiera tienen reconocido su papel de TES siendo conocidos contractualmente como conductores, auxiliares, camilleros...

Es cierto que es difícil regular algo que existe desde hace mucho. Máxime cuando no todos los participantes tienen las mismas titulaciones oficiales. Sin embargo y con la ayuda de la administración, tampoco se ha puesto una fecha desde la que empezar a trabajar en una misma categoría profesional.

Por otro lado, las empresas concesionarias buscan beneficio Es algo lógico. El drama es cuando la forma de auditar el dinero que se les otorga no aparece. Sin auditorías, no hay recursos. Salarios atrasados, vehículos en mal estado, uniformidad en pésimas condiciones... Un sinfín de motivos que han llevado a los TES a protestar por un modelo de gestión carente se mire por donde se mire.

Por otro lado está el personal de servicios públicos con la gestión asumida por la administración. Sus protestas van por otra línea muy diferente, pero con un mismo punto en común para resolverse: La regulación. Y es que solo queda el recurso de la pataleta a falta de una regulación unificada, clara, con fecha de inicio, exigente con el profesional a la par que justa en las condiciones, que garantice la asistencia de calidad y que mejore el sistema del transporte sanitario.

La administración tiene la potestad de mejorar los problemas. Las autonomías gestionan los recursos sanitarios a su antojo político con poca cordura y sin querer solucionar nada a corto plazo. Todo el mundo sabe que las medidas son a cuatro años vista, coincidiendo con las elecciones, nunca en busca de una solución final. Una forma de vivir el día a día como si fuera el último y dejando las consecuencias para otro. Algo parecido a la vida del Lobo de Wall Street.