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Por Sergio Sanz Herrero

El recuerdo de Miranda


Se veía venir desde aquel fatídico partido en Miranda de Ebro. Desperdiciar una renta de 0-2 en el campo del último clasificado y regresar a Valladolid con solo un punto marcó el camino de un Pucela irregular. Los altibajos han estado presentes a lo largo de una temporada que no comenzó nada bien. Y, en este caso, lo que mal empezó, mal ha acabado.

 

Porque los árboles no deben tapar el bosque. Pese a que el Real Valladolid no ha logrado encadenar más de dos victorias consecutivas, los de Paco Herrera han mantenido opciones de play-off hasta casi el último minuto de LaLiga 1|2|3. Un dato muy engañoso y que deja ver cuánto de bajo ha sido el nivel durante este curso en la división de plata.

 

Esta situación produce todavía más rabia en los (pocos) aficionados blanquivioletas que han creído en su equipo. ¿Qué habría pasado si Paco Herrera hubiera dado con la tecla mucho antes? El Pucela ha ido de menos a más esta temporada. Estuvo perdido y acabó encontrándose para colarse en una fiesta que derivaba en otra mucho más lujosa. A esta ya no ha pasado.

 

En el recuerdo quedan muchos partidos; puntos que se han escapado de un Zorrilla que no ha sido el fortín que la situación requería. Pero, sobre todo, destaca un entre ellos: el de Miranda. Contentarse con un punto por dejar al equipo en play-off supuso un error de fe para muchos. El 'Carpe Diem' en muchas facetas del fútbol pocas veces es válido y siempre hay que mirar un poco más allá.

 

El Pucela desperdició una oportunidad de oro, su ocasión para dar un golpe encima de la mesa. Finalmente, el trompazo se lo ha llevado él. Aunque tuvo tiempo de reacción y un nuevo intento en casa del Reus. Pero este equipo en momentos de presión no ha respondido. Y, para más fastidio, en uno de los partidos más importantes de los últimos años solo consigue meter en Zorrilla a algo más de 12.000 personas. Esa conexión entre el conjunto blanquivioleta hace tiempo que desapareció y este no ha sido el curso para recuperarla.

 

Jugadores, cuerpo técnico, directiva y presidente tienen que hacérselo mirar; cada uno en su faceta, aunque no todos seguirán la próxima temporada. Pero ese es otro circo para tratar en las semanas que vienen.