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CEO Digital

Por Xabe

Aumentar la confianza... ¿en qué?


Al contrario de lo que pueda parecer a través del cristal de inquietos lectores de medios y blogs que -como este- tratan de concienciar sobre la nueva economía digital en que estamos inmersos, ni siquiera la profunda crisis vivida ha logrado cambiar los paradigmas que se instalaron en épocas de bonanza. Un posible efecto positivo que dejan las crisis -en su acepción de oportunidad- es el replanteamiento de esquemas que, por obsoletos, han dejado de ser efectivos en un nuevo entorno socioeconómico. Nos hemos instalado en la economía del bienestar y nos cuesta abandonar una postura cómoda, más allá del postureo del lamento victimista.

 

Por supuesto que hay mucha gente que ha cambiado el chip. Sin embargo, se diría que hace falta un mayor quorum para cambiar la estructura económica de un país pues, en gran parte, se apoya en las capacidades y competencias profesionales de sus integrantes. En definitiva, la base de una transformación económica es la confianza. La confianza en poder dar un paso más en la dirección adecuada. La confianza en poder activar las palancas que nos mantengan entre las economías productivas líderes. La confianza de los españoles ha llegado durante el año 2016 a un punto de estancamiento. Si descendemos un nivel en el detalle del análisis, surge una pregunta previa: ¿En qué confiamos los españoles?

 

El informe sobre la confianza no dice directamente en qué confiamos, pero sí ofrece datos sobre los temas que preocupan a los españoles: El paro es, indiscutiblemente, el principal problema a juicio de los españoles, pues preocupa a tres de cada cuatro encuestados –que a esta pregunta responden de forma espontánea-. La corrupción y el fraude preocupan a más de un tercio, los problemas de índole económica a la cuarta parte y los políticos a uno de cada cinco. Sin duda el paro en España es un problema estructural, especialmente acuciante si nos comparamos con otras economías desarrolladas y particularmente dramático si nos acercamos a las familias que lo padecen. Está muy bien que nos lo volvamos a repetir, que nos lamentemos y nos quejemos. No obstante, si queremos ir un paso más allá, debemos preguntarnos: ¿Cómo pensamos solucionarlo?

 

A juzgar por los siguientes temas que más nos preocupan, quizá haya muchos ciudadanos que todavía esperan a que sean los políticos los que vengan a solucionarnos el problema. El presidente Kennedy, en su discurso de acceso a la presidencia, terminó diciendo: “No preguntes qué puede hacer tu país por ti; pregunta qué puedes hacer tú por tu país”. Quizá los políticos no pueden más que gestionar los esfuerzos que realizan los ciudadanos para resolver sus principales problemas. Quizá sea el momento de preguntarnos cada uno de nosotros qué podemos hacer dentro de nuestro ámbito de responsabilidad. Cada vez son más los informes que sentencian de manera contundente la necesidad de prepararnos para un futuro digital.

 

La transformación digital de un país se fundamenta en la capacitación de sus profesionales. Las competencias y habilidades de los trabajadores han de entrenarse para las herramientas digitales, por un lado, y alinearse con los nuevos hábitos de consumo del ecosistema digital, por otro. ¿Confiamos los españoles en mejorar nuestra preparación para el nuevo panorama competitivo? A juzgar por la encuesta del CIS, ni siquiera está entre nuestras prioridades, pues no llega al 14% el porcentaje de encuestados que sitúan la educación como uno de los tres principales problemas que existe actualmente en España (sólo el 2% lo sitúan en primer lugar). Si no nos preocupa, ¿cómo podemos tener confianza en mejorar y alcanzar el nivel suficiente? ¿Cómo pueden dar respuesta los responsables públicos a una cuestión que sólo ocupa el sexto lugar en importancia, muy distanciado de los tres primeros?

 

El paro es probablemente el principal problema. Sin embargo, en lo que debemos centrarnos es en su solución. Sucesivos informes avisan desde hace tiempo de las nuevas profesiones que se demandan, del déficit de profesionales para ocupar determinados puestos y de las nuevas competencias requeridas para desempeñar de forma eficaz tanto las ocupaciones existentes como las venideras. Todos debemos prepararnos y ocuparnos de preparar a quienes dependen de nosotros. Nos jugamos seguir estando entre las economías líderes o pasar a dar servicio a las que lleguen a serlo. Debemos tener confianza en que somos capaces de lograrlo. Y, sobre todo, ¡hemos de saber en qué depositar nuestra confianza!

 

 

 

SOBRE EL AUTOR

 

Andrés Macario Gañán es el director general de Vacolba, partner de negocio orientado a la venta en el entorno digital. La clave de su éxito es el foco en resultados, la excelencia en el desempeño y la flexibilidad en la implementación. Ofrece una solución llave en mano, acercándose al usuario final a través de profesionales especialistas en ventas de calidad.

Vacolba nació para ayudar a las empresas a impulsar sus ventas en el nuevo entorno digital y se ha consolidado como partner de importantes marcas como Vodafone, Movistar, Sanitas y Tyco.

Andrés está muy presente en el mundo digital a través de su blog andresmacario.com y su cuenta en Twitter @andresmacariog donde ofrece consejos para la transformación digital de las organizaciones y pautas para ser CEO digital. Además escribe en blogs como CEO digital en Tribuna, ‘Con Tu Negocio’, ‘TICs y Formación’ o ‘PuroMarketing’.